El villorrio rural de Lo Abarca se encuentra en un fértil valle, a unos siete kilómetros del centro de Cartagena. Se trata de un lugar de extremada tranquilidad y silencio, especial para el recogimiento natural y religioso.
Desde Cartagena se accede a Lo Abarca por la ruta costera con enlace en San Sebastián o por la variante de Cartagena salida al cementerio. Una vez que se accede al valle en automóvil o buses, salen de Cartagena, es muy recomendable hacer el recorrido a pie . De ésta manera se pueden apreciar mejor los decorados con mosaicos de las calles, la escuela, la iglesia y hasta el cementerio, que le dan una artística identidad al lugar.
El hoy pequeño poblado, tuvo una importancia insospechada en la historia de la provincia, ya que fue su centro administrativo, cultural y eclesiástico. En 1870 su población alcanzaba las 1500 personas, lo que habla de su época de auge. Actualmente viven en el unas 600 personas aproximadamente. La heredera de estas tierras fue Agustina Cartagena, casada con Juan de Abarca, que la bautizó como estancia de Abarca, en honor a su marido. Con el correr del tiempo los campesinos la llamaron Lo Abarca, lugar donde comenzó a crecer un pequeño pueblojunto a las casas patronales. A mediados del siglo 19, Lo Abarca fue también un importante centro agrícola y ganadera. Su actividad tradicional era la siembra del trigo y su posterior trilla a yegua suelta. Existían también buenas posadas, caballerizas y gran actividad social y religiosa. Desde este valle se llevaban los productos para embarcar en el Puerto Nuevo de San Antonio o Caleta Nueva . El 1906, luego del gran terremoto, muchos habitantes de Lo Abarca emigraron hacia Cartagena. En 1930 llegó a la zona la fiebre del oro y aunque el mineral no tardo en agotarse, aún existe la leyenda de una mina escondida en las faldas de las lomas y la sospecha de que un tesoro se encuentra bajo las tres hermosas palmeras chilenas ubicadas en la plaza. También en el siglo veinte Lo Abarca era un lugar de adelantos. En 1938 existía una pulpería de propiedad de doña Matilde y don Juan Olate, que abastecía todas las localidades cercanas entre ellas Cartagena. En 1965 llegó el suministro eléctrico. Luego 1978 se organizó una cooperativa que logró la instalación del agua potable, ya en 1970 la escuela educaba un total de 156 niños, en 1971 se instaló el primer teléfono público. La importancia del comercio en la zona, sólo se pierden 1940, desplazandose al puerto de San Antonio. Otros atractivos en Lo Abarca son la Viña Casa Marín y muy buenos restaurantes de comida chilena.
Video @ Edicion
Alejandro Correa Ortiz
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21/12/2009
Cartagena+de+Chile
cartagenino
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